viernes, 13 de enero de 2012

Las cuatro puertas

Imagínate que estás andando en busca de algo, no sabes bien lo que buscas, pero sabes que si lo logras encontrar, te puede dar la felicidad, el éxito y la estabilidad profesional y emocional que tanto anelas.
Imagínate que vas por un pasillo, y que tras mucho caminar, llegas al
final del mismo, donde se te presentan  cuatro puertas para seguir adelante con tu búsqueda. En cada una de ellas, hay un cartel, en el que se te indica lo que puedes encontrar tras cada una de las puertas.
En la primera de ellas, el cartel reza: "esperanza". Detrás de esta
puerta hay muchos sueños por cumplir, muchas ilusiones por llevar a cabo, muchas metas por lograr, pero requiere de un arduo esfuerzo para obtener ese premio, para que esta puerta se abra completamente, harían falta dos complementos: paciencia y confianza.
La segunda puerta tiene inscrita la siguiente palabra: "grandeza".
Abrir esta puerta conlleva muchos riesgos, pues otros que decidieron abrirla, acabaron más pequeños que cuando emprendieron el camino. Se piensa aveces, que cuando se busca un sueño, y se dan los pasos demasiado deprisa, como el niño que está aprendiendo andar, quien así actúa, se tropieza y se cae; algunos, tienen la fuerza para levantarse y seguir adelante, pero otros nunca superan esa caída.
La tercera puerta, lleva grabada la inscripción "lujo". Esta puerta suele atraer a la gente, pues en ella se hallan conceptos materiales que a los humanos nos gustan. El peligro del lujo es que si no se administra bien, puede no ser perpetuo y todo lo que se tuvo un día, perderse en un segundo y verse el que lo pierde avocado a una vida llena de nostalgia, recordando el pasado en el que se poseían infinidad de grandezas y privilegios.
La última puerta tiene inscrita la palabra "ilusión". Pocos son los que
se atreven a abrir esta puerta, luchar por lo que verdaderamente les hace felices y con lo que siempre soñaron, porque tal vez, al hacerlo, haya que dejar cosas a las que se aprecie y a las que incluso se ame.
Los que lo hacen es porque de veras creen en ellos mismos, aunque aveces, la vida, les demuestre que estén equivocados, pero solo el que se equivoca aprende la lección...
Sé de alguien, del que se ha hablado mucho estos días, que ha estado
ante estas cuatro puertas, y creo que ha elegido bien. Le deseo toda la suerte del mundo.

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